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La Fábrica de Solfa, tradición en Beceite

La Fábrica de Solfa reivindica los productos del territorio en la carta y en sus menús gastronómicos.

La Fábrica de Solfa
Kike Micolau, en Beceite | A. Toquero

El restaurante del hotel La Fábrica de Solfa de Beceite se ha consolidado en los últimos años como un referente gastronómico no solo en la comarca del Matarraña y de Teruel, sino del resto de Aragón. Kike Micolau, en la cocina, y Javier Moragrega, en la sala, ‘venden’ el territorio que los rodea de una forma exquisita a la mesa.

La Fábrica de Solfa
Fesols de Beseit | La Fábrica de Solfa

Los fesols de Beceite, unas judías blancas autóctonas que estuvieron a punto de desaparecer, son su seña de identidad. Están presentes a lo largo del año en entrantes, guisos, ensaladas y hasta en dulces. Esta legumbre destaca por su textura mantecosa, nada harinosa, y por la suavidad de la piel, así que con ella hace maravillas el chef Micolau. En estos momentos se pueden degustar en el Menú Solfa (48 euros) con boletus edulis, boniato asado y chips de calabaza.

Este menú de seis pases convive con otro un poco más largo y gourmet, pero en estos momentos se está trabajando uno micológico que lo sustituye. Y es que este restaurante apuesta durante todo el año por diferentes jornadas que invitan al público a acercarse a Beceite, especialmente en los meses de temporada baja.

De esta forma es como en otoño e invierno, sobre todo, se le da protagonismo a las setas, la trufa, la caza o la galera.

En el Menú Micológico (55 euros), por ejemplo, se combinan algunos de estos ingredientes en la receta de paloma torcaz con colmenillas, milhojas de panceta y trompeta negra.

La Fábrica de Solfa

Kike Micolau lleva cuatro años al frente de los fogones de este restaurante, y en este tiempo ha creado una identidad gastronómica con productos del territorio. Ha encontrado ese difícil equilibrio entre la tradición y la cocina moderna con un punto de atrevimiento.

Además, la experiencia está cargada de detalles: desde el pan de guitarra de Alcañiz al aceite de oliva virgen extra de shiitake, el menaje de Atades y de una artesana de Valderrobres, la miel de apicultores de Samper o las infusiones naturales del entorno.

Todo suma. Y, por supuesto, el vino. En los dos menús se ofrece la posibilidad de un maridaje exclusivo con vinos de la bodega Venta d’Aubert o con otras referencias. Además, se puede hacer una cata con aceites del entorno.

La Fábrica de Solfa
El Restaurante | La Fábrica de Solfa

Entre los pescados, el bacalao es el gran protagonista. Ahora mismo en dos recetas: confitado con un jugo de cebolla tostada y garbanzos fritos, y con namekos en tempura y su pil-pil.

Este cocinero también apuesta por recetas como el estofado de rabo de ternera al pacharán, enebro y regaliz y, por supuesto, entre las carnes, por darle protagonismo al Ternasco de Aragón y al cerdo blanco de Teruel. Almendras del Matarraña, aceite de los olivos milenarios de la Tabla del Senia, jamón de Teruel o cangrejos azules del cercano delta del Ebro son otros productos que suelen aparecer en el recetario de La Fábrica de Solfa.

FUENTE: HERALDO DE ARAGÓN | ALEJANDRO TOQUERO

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